Cualquier turista que visite el aeropuerto de Moscú podrá adquirir una réplica del fusil AK-47. Desde el pasado 16 de agosto, el fabricante Kalashnikov posee una tienda en el aeropuerto de Sheremétievo, donde se ponen a la venta todo tipo de réplicas de la firma. En ella se pueden encontrar souvenirs variopintos, desde bolsas, camisetas y gorras pasando por réplicas de fusiles y pistolas. Pese a que estos objetos no podrán ser utilizados para agredir a alguien, estos curiosos objetos de recuerdo pueden provocar más de un altercado cuando los pasajeros quieran subirlo a la cabina sin facturarlo, como ya se han producido en Estados Unidos con réplicas de este tipo. De hecho, esta tienda ya ha suscitado las críticas por parte de algunos usuarios del aeropuerto que no consideran lógico que exista una tienda de armas en un aeropuerto en un contexto en el que la seguridad de los aeródromos está siendo puesta a prueba