Las autoridades turcas han hundido un jumbo de Airbus bajo las aguas del Mar Egeo para crear un arrecife artificial que sirva de hogar para las diferentes especies acuáticas de la región y atraiga a los turistas interesados en las actividades subacuáticas y la observación. El A300 con una longitud de 54 metros y una envergadura de casi 44 metros yace a 22,86 de profundidad en las aguas cercanas a la ciudad balneario de Kusadasi. De hecho, el proceso de hundimiento fue complejo, requiriendo dos horas y media y necesitando la ayuda de buzos, grúas y flotadores. Özlem Çerçioğlu, el alcalde de la provincia de Aydin, asegura que han hundido el avión con dos objetivos: convertir a Kusadasi en un destino para los turistas que practican submarinismo y proteger la vida submarina. Las autoridades turcas han hundido recientemente otros tres aviones como parte de estrategia de restablecimiento de arrecifes, sin embargo, este Airbus, con 36 años de antigüedad y comprado a una empresa privada por 92.000 dólares, es el más grande utilizado para crear un arrecife artificial