El sector turístico de Andorra se ha enfocado hacia la oferta hotelera de poder adquisitivo medio-alto, lo que ha propiciado, en los últimos diez años, que se haya dado un aumento en el número de establecimientos de tres y cuatro estrellas, frente a la disminución del 64% y del 20% de los de una y dos estrellas, respectivamente.

Esto, junto a la iniciativa de dar un servicio de calidad acorde a la categoría hotelera, ha hecho que recientemente, se hayan aprobado una serie de epígrafes “más estrictos” dentro de la ley alojativa, que se espera que entren en vigor antes de la próxima temporada de invierno.  

Para los hoteles de cinco estrellas, según ha expresado la presidenta de Auténticos Hoteles de Andorra (AHA), Cristina Canut, algunas de estas medidas son:

- Las habitaciones deberán ser de al menos 22 metros cuadrados.

- Contar con aire acondicionado y respetar unos estándares en cuanto a las medidas de las bañeras y grosores de los colchones.

- Disponer de una serie de alimentos específicos en los desayunos.

Todo esto supondrá un esfuerzo económico por parte de los hoteleros. Sin embargo, no garantizará que conserven su categoría, ya que otro factor influyente será la valoración dada por los clientes en portales como TripAdvisor o Booking, una medida que únicamente se encuentra vigente “en cuatro o cinco países”, según ha asegurado el director de AHA.