Varias aerolíneas, entre las que se encuentran JetBLue o KLM han comenzado a probar en algunos aeropuertos los sistemas de control biométricos mediante los que los pasajeros son identificados a través de reconocimiento facial y huellas dactilares. Este avance permitirá eliminar las tarjetas de embarque, lo que supondrá un ahorro sustancias para las compañías y una mayor velocidad de embarque. 

Este mes, JetBLue comenzó a utilizar el sistema en su ruta de Boston a Aruba. Por su parte, KLM lo comenzó en febrero en sus embarques en el aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam. 

Otra compañía, Delta, dará un paso más allá y además del reconocimiento facial utilizará el de huellas dactilares. Ya la ha comenzado a probar en Washington.