Según un estudio de la Unesco, en los últimos 10 años ha desaparecido más de 100 idiomas, otras 400 lenguas están en situación crítica, y otras 51 son habladas por una sola persona. Una tendencia que se traduce en que cada 14 días muere un idioma, por lo que de seguir en esta línea, es probable que se extingan la mitad de las 7.000 lenguas y dialectos que se hablan hoy en todo el mundo. Como se desprende del organismo dependiente de Naciones Unidas, "cuando muere una lengua no se pierden solo las palabras, sino todo el universo cultural al que daban forma: siglos de historias, leyendas, ideas…” Lo que se desprende del estudio, es que el idioma es un bien cultural que cada comunidad debe proteger y salvaguardar, como parte de su singularidad como pueblo.