Entre finales del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, la industria de la fabricación de papel tuvo un fuerte peso en poblaciones de Beceite y Valderrobres, de la comarca del alto Matarraña (Teruel). Si bien en un principio, las factorías quedaron en desuso, con el paso del tiempo se han reconvertido en establecimientos de uso turístico y están viviendo una segunda juventud.

Tal y como recoge Heraldo, los caserones que en su día estaban dedicados a la industria hoy son hoteles. Así lo refleja la tesis doctoral que está elaborando la historiadora del arte Ana Ballestero, de la Universidad de Zaragoza. Ballestero destaca que el uso turístico de los inmuebles es “una salida genial” y recomienda también la creación de un museo que repase la historia industrial de la región.

Un ejemplo de inmueble reconvertido es la fábrica de papel de Solfa, en Beceite, que, según explica uno de sus propietarios, Javier Moragrega, pasó de estar “en ruinas” a establecimiento hotelero para cuya puerta en marcha en 2009 se tuvieron que invertir 450.000 euros. Antes de renacer como alojamiento, tuvo diferentes usos como el de granja de pollos.

Otras dos fábricas de Beceite también han cambiado su uso: una se ha sido reconvertido en apartamentos y otra se utiliza como cafetería. Por su parte, un caserón de Noguera se ha acondicionado como centro cultural.

A ellas se sumará próximamente la de Gaudó, en Valderrobres, para la que el promotor Jordi Boronat pretende invertir dos millones de euros. El objetivo es crear un hotel de cuatro estrellas y 15 habitaciones.