Para muchos turistas, Ibiza (Baleares) es sinónimo de fiesta y discotecas. Y cuando pase la pandemia, probablemente seguirá siéndolo, a excepción del municipio de Sant Joan, en el Norte de la isla. Tras tres años de tramitación, el Consell y el Ayuntamiento han aprobado la modificación de las normas mediante las que se limita la oferta de ocio nocturno.

La nueva normativa, que ya está en vigor, prohíbe la apertura de nuevos locales de ocio nocturno como discotecas, salas de fiesta o a los ‘beach clubs’. La única excepción serán los cafés-concierto, siempre y cuando no haya viviendas en el mismo edificio.

Además, la medida afecta también al sector hotelero, ya que tampoco se permiten las actividades complementarias dentro de los mismos y los espectáculos de animación estarán limitados a 200 asistentes.



 

La medida ha sido anunciada por el vicepresidente del Consell de Ibiza, Mariano Juan, y el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, que han defendido que no quieren ir en contra de nadie, sino que buscan diferenciar la oferta turística de Sant Joan: “Sin entrar en críticas, porque no estamos ni a favor ni en contra, consideramos que esta oferta no es ideal para el municipio”, han sentenciado en declaraciones al Diario de Ibiza.

En Sant Joan existen actualmente dos discotecas pequeñas y, de acuerdo con lo apuntado por el alcalde del municipio, podrán seguir funcionando.

Por otra parte, cabe destacar que la zona donde se encuentran las discotecas más famosas de la isla, como Amnesia o Pachá, no está ubicada en este municipio, sino en la propia ciudad de Ibiza, por lo que la normativa no afecta a estas salas nocturnas.