El empresariado de la Comunidad Valenciana, y más específicamente el sector turístico, se opone tajantemente a la propuesta de la vicepresidenta del gobierno autonómico, Mónica Oltra, de crear una tasa turística.

Durante un encuentro con Oltra, las empresas que conforman el lobby Ineca,  la patronal de promotores inmobiliarios y la asociación de hoteleros Hosbec manifestaron su oposición radical a que la Generalitat implante un impuesto que grave las estancias de los turistas en los establecimientos.

Perfecto Palacio, presidente de Ineca, fue especialmente crítico recalcando que la imposición de una tasa “es un sinsentido que genera incertidumbre y, por lo tanto, ahuyenta a los inversores”. A su vez, reseñó que su funcionamiento en Baleares o Cataluña no justifica su implantación en la Comunidad Valenciana.

Por su parte, Nuria Montes, representante de la asociación de empresarios hoteleros de Benidorm y Costa Blanca incidió en que esta tasa sumada a la recuperación de destinos competidores y el crecimiento de la oferta ilegal produciría un fuerte impacto sobre el negocio. Alertaron además, que pueden perder clientes a favor de Murcia, Andalucía y Canarias.

La Federación Empresarial de Hostelería de Valencia, por su parte, ha señalado que la medida “afectaría solamente a alojamientos reglados” provocando una mayor “proliferación de alojamientos turísticos ilegales”.