La tasa turística de Barcelona podría aumentar en los próximos días. Y es que, cuatro partidos políticos de los siete con representación en el Consistorio (BComú, Junts per Catalunya, ERC y la CUP) proponen en sus programas electorales subir este impuesto.

Tal y como informa El País, la tasa turística es un impuesto que grava las pernoctaciones de los turistas y que recauda la Generalitat de Catalunya, no obstante en la ciudad condal es el Ayuntamiento el que decide el destino de la mitad de los ingresos.

Este gravamen se aprobó en el año 2012 envuelto en polémica, sobre todo por la negativa del sector hotelero. Ahora, todas las formaciones políticas parecen haber asumido la función de la tasa, a la que consideran necesaria para invertir en promoción turística, así como para desarrollar proyectos para compensar las molestias que genera el turismo de masas en la ciudad.

En Catalunya, el 30% de lo recaudado va a parar al municipio y el 70% restante a la Generalitat. Concretamente en Barcelona la tasa oscila, de acuerdo con el tipo de alojamiento, entre los 0,65 y 2,25 euros por noche. La capital catalana, que pretende gestionar el 100% de lo recaudado, actualmente lo hace con el 50%, que el año pasado se cifró en unos 15 millones de euros.

El Ayuntamiento barcelonés decidió limitar la aportación de lo recaudado al consorcio Turisme de Barcelona, a 4,5 millones de euros. El resto se destinó a la mejora de los barrios, así como a proyectos culturales o al control de los pisos turísticos ilegales. Precisamente, la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha efectuado la propuesta más ambiciosa de todas: incrementar la tasa para que los visitantes contribuyan a la financiación del transporte público.

Entre las sugerencias del resto de partidos se encuentran: invertir lo recaudado para contrarrestar el impacto del turismo de masas en los enclaves más emblemáticos, así como para tomar medidas contra el cambio climático. También para defender la vivienda y combatir la pobreza en los distritos más humildes. 

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Turistas en Barcelona | Foto: Jorge Franganillo CC BY 2.0

Otras ciudades con tasa turística

Existen otras ciudades europeas que cuentan con su propia tasa turística. Una de ellas es Lisboa, que la implantó en 2016 y el año pasado recaudó 20 millones de euros, que fueron destinados a la limpieza de los enclaves turístico y a eventos que atraen a visitantes como Eurovisión. Este año ha aumentado la tasa a dos euros y espera recaudar 40 millones.

Berlín es otra de ellas, donde el gravamen se aprobó en 2014. Los turistas pagan el 5% del precio neto de sus pernoctaciones, con un tope de 21 días. El importe recaudado se destina al presupuesto general. En París, por su parte, los visitantes abonan entre 0,25 y cinco euros, en función de la categoría del establecimiento. Los ingresos se dedican a la promoción turística y a la protección de sus espacios naturales, entre otros.