Canarias es una de las regiones españolas más atractivas para la industria del cine a nivel mundial. El sistema de incentivos fiscales que se conceden a las productoras internacionales que ruedan en las islas son los más competitivos de Europa, lo que fomenta la inversión de la industria audiovisual. De hecho, en 2016 la isla de Tenerife batió su record de rodajes con un total de 116 que dejaron en la isla ingresos de 6,5 millones de euros. 

Sin embargo, a la región española le ha salido un competidor. El Gobierno de Marruecos está comenzando a apostar fuerte con el fin de arrebatarle la cuota en el mercado de rodajes. 

Rabat ha mejorado este verano su marco fiscal y subvenciona las películas con hasta un 20%. Además ha aumentado en 100 millones las ayudas a las compañías que eligen el país africano para rodar. Aunque las medidas habían sido aprobadas desde 2015, no empezaron a llevarse a cabo hasta el mes de octubre. 

La batalla entre las dos potencias ha comenzado. Marruecos tiene a favor la agilidad de los procesos en detrimento de Canarias donde los rodajes muchas veces se retrasan debido a las trabas administrativas. A favor de las islas están las infraestructuras y sus servicios.