La hostelería en Marruecos está viviendo tiempos difíciles, así lo lamentan desde la Asociación Nacional de Propietarios de Cafés y Restaurantes, que advierte que el 40% de los propietarios están a punto de declararse en quiebra.

Según recoge Ariffino, muchos locales se verán forzados a cerrar sus puertas a partir del 11 de febrero, una vez finalice la Copa Africana de Naciones que se está disputando en Costa de Marfil.

Ahmed Bfarkan, coordinador de la patronal, asevera que el número de cierres ha sido alarmante en el último tercio de 2023 en las regiones de Gran Casablanca, Rabat-Salé, Fez-Meknes y Tánger-Tetuán.

Insiste en que los grandes eventos deportivos, como la citada competición de fútbol, no ayudan. “Los beneficios que pueden obtener en estas ocasiones no resuelven los problemas del sector, que se debate en una serie de dificultades y limitaciones”.

Entre los principales problemas a los que tienen que hacer frente son la ausencia de una normativa que regule el sector, los altos impuestos, la aplicación de tarifas aleatorias por parte de los gobiernos locales o el alto coste de las materias primas. Pero citan especialmente “la competencia de los propietarios de cafeterías ambulantes”. También apuntan que han perdido clientes que antes acudían a ver fútbol u otros deportes a los locales de hostelería y que, durante la pandemia, contrataron paquetes para verlo en casa y acuden con menos frecuencia.