Los destinos de Baleares se han cansado del turismo de borrachera y de las escenas que deja el desenfreno y el poco civismo de algunos. Por ello, un total de once restaurantes de Playa de Palma (Mallorca) asociados a la marca Palma Beach volverán a implantar un código de vestimenta, una iniciativa que dio comienzo el pasado año.

“Fue todo un éxito y este año, sin duda, continuaremos con la iniciativa, ya que el perfil de turista de la Playa de Palma se suele repetir”, ha explicado Juan Miguel Ferrer, CEO de Palma Beach, a Diario de Mallorca.

Básicamente, lo que prohíbe este dress code es el uso de camisetas sin mangas, bañadores e incluso disfraces para acceder a los restaurantes. Tampoco se pueden portar accesorios comprados a la venta ambulante, las cadenas de oro e incluso ropa de equipos de fútbol o de publicidad de otros establecimientos que fomente el turismo de borrachera.