La Comunidad de Madrid ha denegado el proyecto de construcción de un macrocomplejo hotelero en la localidad de Torres de Alameda impulsado por la empresa estadounidense Cordish.

El Live! Resorts Madrid estaba destinado a contar con espacio de uso hotelero, de ocio, comercial y deportivo, sin embargo, ha sido rechazado por el Gobierno regional por dos motivos principales: el incumplimiento de las condiciones de un Centro Integrado de Desarrollo (fórmula administrativa solicitada para su trámite) y su implantanción requeriría una inversión de 340 millones por parte de la administración pública para garantizar las comunicaciones.

Desde la Comunidad de Madrid aseguran que se trata de una decisión tomada tras un “profundo, serio y riguroso” estudio que determina que “no queda suficientemente acreditada la viabilidad económica y organizativa” de este resort.

En caso de haber obtenido la acreditación como Centro Integrado de Desarrollo, los promotores se habrían beneficiado de la posibilidad de edificar sobre cualquier tipo de suelo (salvo los que poseen protección especial), una reducción de su carga tributaria y la posibilidad de conceder crédito a los que jugasen en el casino. Sin embargo, desde la Consejeríqa de Economía señalan que el proyecto obviaba requisitos como la inclusión de “infraestructuras de índole cultural y deportiva permanentes, que no se reflejan en el área central".

El Live! Resort Madrid planteaba una capacidad de 2.000 camas en establecimientos de 4 y 5 estrellas, además de tres centros de convenciones, un teatro, un circo, 16 salas de cine, discotecas, restaurantes y cafeterías, salones de belleza, áreas de spa y gimnasio y más de 400 tiendas. 

En total, preveían atraer a 1,6 millones de turistas al año que podrían alcanzar con el paso del tiempo los 5 millones. Además, su construcción generaría más de 56.000 empleos y tendría un impacto económico de entre 4.000 y 5.000 millones de euros durante los primeros cinco años.

Desde el Gobierno presidido por Cristina Cifuentes aseguran que no se trata de un rechazo a la inversión asegurando que desde 2008 Madrid concentra el 60% de la inversión extranjera en España.