Las “presiones comerciales” a las que estaban sometidos los pilotos de Spanair fueron, “indudablemente”, un factor contribuyente en el accidente de avión del 20 de agosto de 2008, acontecido en Barajas. Así lo ha manifestado el expresidente del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), Javier Martínez de Velasco, que ocupó el cargo desde 2009 hasta 2015, ante la comisión que investiga la catástrofe.

Según ha informado Europa Press, el expresidente aseguró que los “momentos críticos” por los que pasaba la aerolínea, tanto en materia económica como laboral, acabaron haciendo mella en la seguridad, lo que pudo haber provocado el incidente en el que fallecieron 154 personas que tenían previsto viajar a Gran Canaria, en el vuelo Jk 5022 de Spanair.

Martínez aclaró que todos los pilotos sufren presiones “internas o externas”. Las internas se manifiestan cuando existe algún fallo en el avión o si las condiciones meteorológicas son adversas, mientras que las externas son las que amenazan la puntualidad de un vuelo, propician que se cancele o altere el funcionamiento de la operación aérea.

Al respecto, puntualizó que las prioridades en las operaciones aéreas son “seguridad, eficiencia y economía”, en ese orden, pero en ocasiones la cultura de “saca el avión como puedas” altera las prioridades.

Sin embargo, consideró que “la cosa ha cambiado mucho” y que “nunca se puede sacrificar seguridad por dinero”. También apuntó que a raíz de imputar a los técnicos de mantenimiento que revisaron el avión de Spanair antes del accidente se ha mejorado “notablemente” el sistema de revisiones. Pese a ello, los comandantes de las aeronaves son quienes tienen la última palabra para pilotar o no un avión.