Una investigación realizada en Reino Unido sobre la muerte de un joven galés, quien se precipitó desde un edificio de Magaluf (Calviá, Mallorca) en 2018, responsabiliza a la baja altura de los muros que delimitan uno de los pasillos del inmueble del fatal accidente, que en su momento fue abordado como un caso de balconing.

Según ha informado Diario de Mallorca, el accidente tuvo lugar en los apartamentos Eden Roc, donde el año pasado se registraron dos fallecimientos más por caídas. Como consecuencia, el establecimiento decidió instalar una mampara de cristal en la entrada del inmueble (en la foto), para evitar el acceso a los apartamentos saltando por el lateral de la puerta.   

Un médico forense oficial ha estado al mando de la investigación, que forma parte del procedimiento habitual en la justicia británica para aclarar las causas de una muerte sospechosa. El dictamen del forense puede utilizarse posteriormente en procesos judiciales de reclamación civil.

El joven del que se ha investigado las causas de su muerte es Tom Hughes, de 20 años. El día de su fallecimiento, había salido con sus amigos de fiesta, entre los que se encontraba Joshua Roberts, quien ha prestado declaración esta semana en los medios británicos. Roberts asegura que no recuerda si su amigo bebió demasiado, ya que no estuvieron juntos toda la noche.

De madrugada, el amigo del fallecido regresó a los apartamentos, debido a que Hughes no contestaba a sus llamadas. A la mañana siguiente volvió a insistir, pero fue un policía local quien le cogió el teléfono informándole de la mala noticia: el cuerpo de su amigo había sido hallado en el patio interior de los Eden Roc a las 11.00 horas.

El informe forense hace alusión a la investigación policial, donde se insiste en el estado de “desorientación” en el que se encontraba Hughes, debido al consumo de alcohol excesivo. Las pesquisas británicas no niegan este hecho, pero inciden en que el factor más determinante para explicar la caída es la baja altura del muro en cuestión.  

Semanas después de la muerte del joven galés, otro turista de 18 años perdió la vida en circunstancias similares en los Eden Roc. La investigación de este caso concluyó que el fallecido se precipitó de una pared que daba a un desnivel de unos 15 metros que no estaba bien señalizado.