Eurocontrol quiere evitar por todos los medios que este año se produzca un nuevo caos aéreo como el que provocó en 2018 incrementos de dos dígitos en el número de reclamaciones. En el plan que prepara la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea jugarán un papel fundamental países como España.

Según informa Expansión, durante el próximo verano se desviarán 1.000 vuelos al día, que en lugar de sobrevolar Francia y Alemania, pasarán por otros países adyacentes. De esta forma se intenta descongestionar los centros de control del tráfico aéreo (ATM) de Marsella (Francia) y Karlsruhe (Alemania), así como en Maastricht (Países Bajos).

Del millar de vuelos desviados, España asumirá entre 130 y 160, una solución que posiblemente se forjó en las reuniones que los operadores aéreos  Enaire y DSNA mantuvieron en febrero. Desde Enaire creen que este incremento en el tráfico no tendrá impacto en tierra o los aeropuertos, aunque sí que supondrá una mayor carga de trabajo para los controladores.

Y es que es el único medio para evitar el colapso ya que se espera que en el verano de 2019 el número de vuelos en Europa aumente cerca de un 3,3%, un incremento para cuya gestión Alemania y Francia no cuentan con controladores suficientes.

Así, algunos vuelos tendrán que bordear el centro de Europa alargando los tiempos de vuelo, aunque posiblemente reduciendo el tiempo medio de demoras, que  entre finales de marzo y finales de octubre de 2018 fue de 49 minutos.