El 53% de la superficie España está despoblada y el avance de este fenómeno es cada vez mayor.

Pese a las inversiones en desarrollo rural, financiadas por Bruselas, y los fondos de la Política Agraria Común no se consigue frenar la despoblación de la mayoría de municipios del interior del país, según recoge el diario ‘El Mundo’.

Los intentos de redirigir hacia el interior el turismo que satura las ciudades costeras no han dado los frutos esperados, por lo que los municipios siguen perdiendo habitantes y envejeciendo a pasos agigantados. Según Eurostat, el 62% (8.100) de los municipios españoles tiene menos de 1.000 habitantes.

Edelmira Barreira, presidenta del Comisionado para el Reto Demográfico, ha anunciado que se presentará el próximo mes una “estrategia nacional en materia demográfica, que atañe al envejecimiento de la población y la inmigración, pero también el despoblamiento”. La idea es seguir el modelo de las Tierras altas de Escocia que ha apostado por la reactivación económica y la amplia oferta de servicios básico asequibles.

No obstante, el reto en España es mayor puesto que resulta complejo encontrar motores económicos, distintos al turismo o la industria, que conviertan a los entornos rurales en imanes del talento.