El Ayuntamiento de Barcelona aprobó el pasado miércoles la normativa que obliga a las compañías con licencias VTC (vehículos de alquiler con conductor), como Uber o Cabify, a disponer de una autorización adicional para poder operar en el área metropolitana de la ciudad condal.

Según ha informado El Economista, esta norma se acoge a la proporción 1/30 fijada por la ley española, que establece que debe haber una licencia VTC por cada 30 de taxi. Así como, responde a cuestiones medioambientales y de mejora en la movilidad.

De esta forma, el reglamento limitará a 399 las licencias VTC que prestan sus servicios en la ciudad. Esto significa que el 58% de las que están en funcionamiento en la actualidad serán suspendidas. Al respecto, la patronal Unauto VTC anunció que se destruirán 1.300 puestos de trabajo.