La falta de turistas está afectando a numerosas capas de la economía y de la sociedad, incluso a la delincuencia. La fama de los carteristas de Las Ramblas o el metro de Barcelona es, prácticamente, mundial, pero ante la ausencia de visitantes extranjeros aglomerados en las calles de la Ciudad Condal, los ladrones han tenido cambiar el modus operandi.

Los Mossos d’Esquadra han detectado el traslado de los hurtos desde las céntricas calles de Barcelona hacia los aparcamientos centros comerciales, donde estos delincuentes utilizan casi siempre la misma pauta conocida como robo "por cosecha": una persona distrae a la víctima tirando algo al suelo (unas monedas o unas llaves), mientras otra le sustrae sus pertenencias que permanecían en el interior del vehículo.
 


Concretamente, la policía catalana ha apreciado un aumento significativo del uso de esta técnica de hurto en los aparcamientos de centros comerciales durante el último mes, sobre todo, en las localidades barcelonesas de Montcada i Reixac, Cerdanyola, Barberà del Vallès y Badia del Vallès, según informa La Vanguardia. De hecho, esta misma semana han detenido a componentes de una banda criminal que utilizaban estos métodos.

Otros delitos que también han experimentado un descenso reseñable, según la policía, son robos con fuerza en establecimientos comerciales o las agresiones sexuales derivadas del ocio nocturno.