Ayer jueves, durante la presentación del estudio sobre el impacto económico de los cruceros elaborada por UB y el Puerto, la concejal del barrio Ciutat Vella de Barcelona, Gala Pin, planteó la posibilidad de aplicar una tasa turística a los visitantes que no pernoctan en la ciudad. Esta idea está en fase de estudio y consistiría en cobrar un impuesto a los cruceristas o a los excursionistas. En el caso de los autocares, una fórmula aplicable podría ser vincular el peaje a la tasa de aparcamiento que pagan por estacionar en la ciudad. Pin asegura: "Hemos encargado estudios para ir un poco más allá, hacer una foto panorámica para conocer cuál es el retorno social de los cruceristas". La concejal de Ciutat Vella se ha referido al "coste que comporta para la ciudad, no solo en gasto de infraestructuras, limpieza o seguridad, sino en la población flotante que genera expulsión indirecta de nuestros vecinos"