La empresa estadounidense de alquiler de vehículos Hertz ha dado marcha atrás en la estrategia de electrificación de su flota y ha anunciado que quiere deshacerse de 20.000 vehículos eléctricos en Estados Unidos. La escasa demanda y los altos costes de reparación han provocado el cambio de rumbo en el gigante del rent a car.

Poco más de dos años después de anunciar sus planes de adquirir 100.000 unidades de la estadounidense Tesla y otras 65.000 de la marca de origen sueco Polestar para sus flotas de alquiler, la compañía planea ahora vender 20.000 coches eléctricos, según informa una notificación federal recogida por el medio estadounidense Road Track.

Y es que las reparaciones por colisión en un automóvil eléctrico comportan un coste muy elevado, dado que, en la mayoría de los casos, las baterías —el elemento más caro del vehículo— no pueden ser reparadas y acaban siendo sustituidas. Por todo ello, Hertz planea destinar parte de los ingresos que obtenga con la venta en nuevas unidades de gasolina.