Michael O’Leary, CEO de Ryanair, sigue preocupado ante los efectos que un Brexit duro podría tener sobre las operaciones de la aerolínea, por ello se plantea forzar a los accionistas británicos a vender su participación de la empresa.

Según ‘The Sunday Times’, el fundador de la ‘low cost’ teme no poder cumplir la normativa comunitaria que exige que al menos un 51% de las acciones de la aerolínea estén en propiedad de ciudadanos de Estados Miembros. Actualmente, el 56% de las acciones están en manos de ciudadanos de la UE, pero el 20% de esta cantidad (11,2% del total) son propiedad de británicos.

Es decir, en el momento en que Reino Unido deje la UE, la aerolínea se quedará con sólo el 44,8% de acciones europeas. Esta situación se puede producir el 1 de abril de 2018, por lo que O’Leary está pensando en vías para persuadir a los extracomunitarios para que vendan sus participaciones, aunque tenga que ser a la fuerza.