Muchas aerolíneas están sufriendo un duro impacto con la propagación del coronavirus lo que les ha llevado a buscar diferentes soluciones para mantenerse como son los Expedientes de Regulación de Empleo, las vacaciones voluntarias por parte de su plantilla e incluso pedir de las instituciones estatales.

Algunos presidentes de estas compañías, como recoge New Zealand Herald, han optado por dar ejemplo y reducir su propio salario. Este es el caso de los principales ejecutivos de la australiana Qantas y de Air New Zealand.

Alan Joyce, director ejecutivo de Qantas, ha renunciado a su salario para lo que resta de año financiero. El año pasado, Joyse recibió una remuneración de 23,8 millones de dólares australianos (aproximadamente 13 mill. de euros).

Por su parte, el presidente del grupo, Richard Goyder, ha anunciado que no cobrará sus  cobrará honorarios, mientras que el resto de la junta tendrá una reducción del 30%. El equipo ejecutivo tendrá un recorte similar.

La baja demanda ha provocado que la aerolínea australiana esté barajando la posibilidad de dejar en tierra 6 de sus 12 aeronaves A380. La escasa ocupación en sus rutas con destino a Sapporo (Japón), China o Hong Kong les ha llevado a plantear la cancelación completa de los servicios o la opción de operarlos con aviones más pequeños como los A330 y de los B787.

Por su parte, Greg Foran, presidente de Air New Zealand, recortará un 15% su salario de 1,65 millones (aprox. 900.000 euros).

Siguen así el ejemplo de Singapore Airlines (SIA), cuya directiva recientemente anunció que recortarían sus salarios a partir del 1 de marzo. El CEO, Choon Phong, verá reducido su sueldo un 15%, mientras que los vicepresidentes ejecutivos un 12% y los vicepresidentes sénior un 10%. Los vicepresidentes de división, mientras, recortarán sus sueldos un 7%, a partir del 1 de abril, y los gerentes y gerentes superiores un 5%, a partir del 1 de mayo.