Un nuevo sector empresarial de Mallorca se aqueja de una baja afluencia de clientes. La Asociación de Empresarios de Concesiones y Explotaciones de Servicios Temporales en el Dominio Público Marítimo‑Terrestre de Mallorca (Adopuma) ha lanzado un mensaje de alerta en plena temporada alta: los chiringuitos y concesionarios de playas están registrando resultados muy por debajo de lo previsto. Según su presidente, Onofre Fornés, julio cerró con una caída del 20% en la facturación respecto al mismo mes del año anterior, a pesar del elevado número de visitantes.
El sector atribuye este descenso a varios factores. Por un lado, al aumento de los precios de los vuelos y el alojamiento, que estaría limitando el gasto en servicios complementarios como tumbonas, sombrillas o consumo en chiringuitos. Fornés destaca que destinos clave como Playa de Muro y Can Picafort están viendo una demanda contenida, con los restaurantes operando por debajo de sus expectativas.
Adopuma señala también el impacto de los mensajes negativos asociados a la “turismofobia”, que, a su juicio, están dañando la imagen del destino y repercutiendo directamente en los ingresos del sector. Esta percepción, aseguran, está teniendo un efecto disuasorio sobre el gasto del visitante.
Según apuntan desde la asociación, el comportamiento del turista este verano se caracteriza por una mayor cautela. Actividades náuticas y otros servicios adicionales están viendo cómo muchos visitantes posponen el gasto hasta el final de sus vacaciones o directamente lo evitan, lo que evidencia una contención inédita en comparación con años anteriores.
Ante esta situación, el sector pide medidas urgentes a las administraciones para frenar la escalada de precios turísticos, contrarrestar los discursos contrarios al turismo y garantizar la sostenibilidad económica de unos negocios que generan miles de empleos directos e indirectos en el litoral mallorquín.




