Thomas Cook Airlines, aerolínea del quebrado gigante turístico, entró en liquidación el pasado septiembre. La última semana de ese mes, 50.000 pasajeros que tenían previsto volar con la compañía desde el aeropuerto de Londres-Gatwick no pudieron hacerlo, lo que supuso la cancelación de unas 254 operaciones comerciales.

Según ha informado “crewroom”, la desaparición de la aerolínea de Thomas Cook supondrá la pérdida de 600.000 pasajeros para el aeropuerto londinense. Todo ello, pese a que easyJet y Jet2 se hicieron con más del 65% de las franjas horarias a principios del pasado noviembre.

Asimismo, el CEO del aeródromo, Stewart Wingate, manifestó que todavía hay mucha demanda para Londres-Gatwick. En este sentido, aseguró que “hay muchas otras aerolíneas que están buscando cupos en Gatwick”, especialmente existe mucha demanda por parte de compañías “de larga distancia que buscan acceder a Londres”.

Con todo, el aeropuerto prevé recibir entre 46 y 47 millones de pasajeros este año, lo que supone un incremento de cara a 2018, cuando acogió 46 millones de usuarios. Tan solo en el primer semestre de 2019 recibió 26,6 millones de viajeros, un 0,2% más que en el mismo período del año pasado.

Alrededor del 20% de estas personas viajaron a destinos de larga distancia, especialmente tras el lanzamiento por parte de Norwegian de rutas con destino Río de Janeiro y Buenos Aires.

Por otro lado, Wingate señaló que la incertidumbre generada por el Brexit ha “suavizado” la demanda de los pasajeros aéreos británicos. Como solución, el CEO de Londres-Gatwick propone el mercado sudamericano, ya que “desempeñaría un papel crucial en la economía y la identidad nacional del país”.