El Gobierno de Hong Kong rescatará por primera vez a una empresa local. Se trata de la aerolínea de bandera del país, Cathay Pacific. La línea aérea acometerá una restructuración de capital gracias a una inyección de 40.000 millones de dólares hongkoneses (cerca de 4.500 millones de euros), de los que 30.000 millones (3.400 mill. euros) procederán de las arcas del Estado. Lo cierto es que la compañía atraviesa un bache financiero por la oleada de protestas contra el Gobierno de Carrie Lam, jefa ejecutiva de la región administrativa especial de China, y por la pandemia.

Según ha informado El País, Hong Kong tiene especial interés en salvar a Cathay, que conecta a la ciudad autónoma con 101 destinos, además de que el aeropuerto de Hong Kong es el octavo más transitado del mundo. 

Reestructuración de capital

Con esta inyección económica, la compañía iniciará una reestructuración de capital, por la que reducirá la participación de sus principales accionistas: el conglomerado Swire Group, con sede en Londres y Hong Kong, y Air China, que pasarán del 45 al 42,26% y del 29,99 al 28,17% de las acciones, respectivamente. Asimismo, el Estado se hará con el 6,08% de las participaciones y, aunque no tendrá representación en la junta directiva, contará con dos puestos observadores que carecerán de voto, pero tendrán voz en las decisiones importantes.

Situación actual

Cathay Pacific atraviesa un bache financiero debido a las protestas que se suceden en Hong Kong desde hace un año, una situación que se agravó con el estallido de la crisis sanitaria, que le dejó un agujero económico de 500 millones de euros en el primer cuatrimestre del año, período en el que los ingresos por pasajeros cayeron un 99%. Incluso, su director general, Augustus Tang, pidió el pasado febrero, a los 30.000 trabajadores de la compañía, incluidos los ejecutivos, que aceptaran tres semanas de suspensión de empleo y sueldo. 

Lo cierto es que la compañía ha atravesado diferentes momentos de tensión con China, por las protestas. Y es que el gigante asiático le exigió el pasado septiembre que despidiera a los empleados que habían participado en las manifestaciones, una situación que acabó con la dimisión del presidente de CathayJohn Slosar, tras 39 años en el cargo.