La división alemana de Thomas Cook, que se declaró en quiebra el pasado 25 de septiembre como parte de una estrategia para reestructurarse y separarse de la matriz, está preparando el cese de las operaciones para el próximo 1 de diciembre.

Según ha informado Touristik Aktuell, el administrador provisional de la insolvencia ha anunciado que se debe declarar el cese de operaciones, debido a que no se ha presentado una “oferta fiable” ni para el conjunto de la división ni para los negocios de la misma.

No obstante, insistió en que se trata de un paso que hay que dar por cuestiones legales, ya que las conversaciones con los inversores han sido positivas. A este respecto, la directora general de Thomas Cook Alemania, Stefanie Berk, manifestó: “Hasta ayer, todavía estábamos explorando todas las posibilidades en un maratón de negociaciones y mantuvimos innumerables discusiones que han confirmado repetidamente el atractivo de nuestra empresa y que realmente nos dan esperanza para el futuro”.

Lo cierto es que todo apunta a que no se comprará Thomas Cook Alemania en su conjunto. Y es que existe una especial interés por sus marcas Bucher Reisen y Öger Tours, de acuerdo con la administradora de la insolvencia de las mismas, Julia Kappel-Gnirs. "Las negociaciones sobre su continuación se encuentran en una fase avanzada y cada día llegan más partes interesadas", matizó. 

Al mismo tiempo, Kappel-Gnirs se ha mostrado optimista con los sistemas de franquicia del hotel Sentido y Smarline, con la cadena de agencias de viajes de la división germana y con sus marcas Neckerman y Air Marin, que también son objetivo de las propuestas. 

Cabe destacar que la venta por partes de Thomas Cook Alemania aseguraría la mitad de los 2.100 empleos con los que cuenta.