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El Departamento de Justicia de EE.UU. investiga los problemas del Boeing Dreamliner

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha solicitado a Boeing los registros sobre la producción de los B787, apodados Dreamliners, en su planta de North Charleston (Carolina del Sur). Precisamente, el diario The New York Times publicó una investigación recientemente, de la que se desprendía que el fabricante daba prioridad a la producción rápida de estos aparatos frente a su calidad, desoyendo los problemas planteados por sus empleados

La nueva información, de la que se han hecho eco diferentes medios como CNN, ha sido desvelada por The Seattle Times. Así, los fiscales federales que investigan el caso de los 737 MAX han ampliado su campo de estudio, poniendo bajo el punto de mira a los B787. Incluso, una fuente confesó al diario citado, que este grupo de fiscales había citado a diferentes empleados de la planta de producción del Dreamliner en Carolina del Sur. El gigante aeroespacial, por su parte, no ha querido pronunciarse al respecto.

La investigación

En el trabajo elaborado por The New York Times los empleados de esta planta manifestaron que la producción de los B787 ha sido de mala calidad debido a la falta de supervisión, un aspecto que ha terminado afectando a la seguridad.

Como consecuencia, los trabajadores han presentado más de una decena de denuncias de irregularidades y reclamaciones de seguridad ante los reguladores federales, recriminando la instalación de piezas defectuosas en los aviones (a menudo cerca de sistemas eléctricos), la presencia de desechos en partes fundamentales del aeroplano, como los motores, así como la presión por parte de Boeing para no denunciar dichas fallas.

Lo cierto es que este escenario se plantea en el peor momento para Boeing, cuya credibilidad está en entredicho desde que los B737 MAX protagonizaran dos accidentes mortales en Indonesia y Etiopía. A posteriori, se ordenó dejar en tierra la flota de estos aviones. Las investigaciones preliminares de ambos siniestros apuntaron a fallas en el sistema antibloqueo MCAS, cuya implicación fue reconocida más adelante por el fabricante.

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