Lucy Sargeant, de 29 años y exazafata de British Airways, ha demandado a la compañía por 750.000 libras (844.000 euros) después de que un aterrizaje forzoso, en mayo de 2013, en el aeropuerto de Londres-Heathrow la obligara a abandonar “el trabajo más maravilloso”. 

El avión tipo A319 tuvo que regresar a la instalación aeroportuaria minutos después del despegue por un incendio en el motor. 

“Hubo pánico en el avión”, explicó el abogado al tribunal del condado Central de Londres. También añadió que “tuvieron la suerte de poder evacuar la aeronave sin lesiones físicas o la muerte de alguien” y que “los viajeros experimentados como la señorita Sargeant estaban completamente aterrados pero trataron de mantener buena cara por el bien de los pasajeros”. 

Un total de setenta y cinco pasajeros y cinco tripulantes tuvieron que evacuar la aeronave cuando esta tomó tierra. 

Sargeant intentó volver a volar con normalidad, pero a mediados de 2016 vivió otro episodio de terror a bordo. Al no saber gestionarlo, aceptó el despido voluntario en noviembre del mismo año. 

Aunque British Airways ha admitido su responsabilidad por las lesiones psicológicas de la azafata, que presenta problemas para dormir, ansiedad extrema, flashbacks, pesadillas y miedo a volar, no está de acuerdo con la cantidad de la compensación. 

Por el momento, el juicio continúa.