La situación de tensión en Oriente Medio se ha recrudecido a consecuencia de los ataques con misiles de los hutíes de Yemen contra barcos que cruzan el Mar Rojo y el Golfo de Adén. Por esta razón, son muchas las navieras que han decidido evitar el tránsito por la zona, incluidas las compañías de cruceros, que están cancelando o modificando itinerarios —programados y de reposicionamiento— que tenían previsto atravesar el área crítica.

Tras una primera oleada de cancelaciones y cambios de itinerarios en octubre y noviembre de 2023, ahora las grandes de la industria como Carnival Cop., Royal Caribbean o MSC están eliminando más operativa y marcando noviembre de 2024 como posible fecha para retomarla.

No obstante, dichas cancelaciones están generando controversia, especialmente entre los agentes de viajes de Alemania que ven como las comisiones que deberían ingresar por las ventas se esfuman ante sus ojos. La clave, según indica el portavoz de Quality Travel Alliance (QTA), Thomas Bösl, a FVW es si se considera que los cruceros han sido cancelados debido a “circunstancias extraordinarias e inevitables”.

Para determinarlo, explica, ha consultado con el abogado Axel Dierolf, especializado en derecho de viajes y encargado de ofrecer asesoramiento a las agencias de RTK. Este experto cree que "en el Mar Rojo existe un peligro real sobre el que un organizador no puede influir ni evitar. En caso de cancelación, no tiene que pagar ninguna comisión".

El debate está más abierto, en su opinión, en aquellos trayectos que no navegan por áreas críticas, pero que han tenido que ser suspendidos porque los barcos no han llegado a tiempo al verse obligados a circunnavegar África para evitar las áreas en conflicto. La pregunta es si existe una conexión directa con la "circunstancia extraordinaria" o si se trata de una decisión empresarial, estando en este último caso obligado a pagar las comisiones a los agentes de viajes.