El 14 de marzo de 2020, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos prohibieron la salida de puerto de los cruceros y la medida sigue vigente. Esto supone un duro golpe para el sector que tiene en Florida su base mundial de operaciones.

No es de extrañar, por tanto, que haya sido este estado el que ha presentado una demanda contra el Gobierno Federal de Estados Unidos, presidido por Joe Biden, para obligarle a eliminar la prohibición de los cruceros.

Según informa Reuters, el gobernador Ron DeSantis argumenta que “ninguna ley federal autoriza a los CDC a imponer indefinidamente un cierre nacional de toda una industria”. Incide en que la medida está poniendo en peligro los empleos del estado y causa un gran daño económico”.


 

Durante los primeros seis meses de pandemia, Florida dejó de ingresar 3.200 millones de dólares procedentes de la industria de cruceros. Asimismo, el estado se vio obligado a abonar 2.300 millones en pagas a los más de 50.000 empleados parados.

"Debemos permitir que nuestros cruceros y sus empleados regresen al trabajo y zarpen de manera segura nuevamente", aseveró.