En fechas próximas la Comisión Europea ofrecerá al fin a los 28 Estados miembros unas primeras líneas comunes para afrontar la nueva economía colaborativa que han popularizado empresas como Uber y Airbnb. Se trata de un documento en el que la Comisión señalará unas directrices no vinculantes para que los Estados definan sus límites con respecto a este nuevo tipo de empresa que se caracterizan por borrar las fronteras entre empresa y cliente. Bruselas se aproximará a los puntos más importantes: licencias, protección del consumido o carga fiscal, entre otras. La Comisión Europea se ha mostrado desde un primer momento favorable a este tipo de economía, que pueden relanzar la situación de estancamiento económico que se vive en el continente. Sin embargo, hasta ahora no se habían establecido unos mínimos comunes y cada país legislaba por su cuenta, siendo algunos muy contrarios a la introducción en sus mercados de este tipo de empresas: España, Francia y Alemania, por ejemplo, donde Uber ha tenido muchos problemas