El magnate británico Richard Branson, fundador de Virgin Airways, ha anunciado que suspende su participación en el desarrollo del Red Sea Project por el que Arabia Saudí quería convertir 50 de sus islas del Mar Rojo en zona hotelera de lujo, con resorts, viviendas y todas las infraestructuras necesarias para ser una potencia turística mundial. 

Según recoge Travel Weekly, el motivo para que el inversor se eche atrás no es otro que la sospechosa desaparición del periodista Jamal Khashoggi en el interior del consulado saudí de Estambul: “Lo que ha ocurrido en Turquía alrededor de la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, si se probara, obviamente cambiaría la capacidad de cualquiera de nosotros en Occidente para hacer negocios con el gobierno saudí".

Asimismo, Branson ha asegurado que dejará en suspensión cualquier negociación sobre una posible inversión de mil millones de euros del Fondo Público de Arabia Saudí en las empresas espaciales del Grupo, Virgin Galactic y Virgin Orbit.

Su ejemplo ha sido seguido por Steve Case, CEO de American Online, que ha asegurado que paraliza cualquier participación en el Red Sea Project.

Jamal Khashoggi, columnista del diario The Washington Post, lleva desaparecido desde el 2 de octubre. Había acudido al consulado de Arabia Saudí en Estambul para tramitar documentos necesarios para poder casarse con su novia turca, desde entonces no ha habido rastro de él por lo que se sospecha que fue asesinado y desmembrado en este mismo lugar, por un comando especial.

Las autoridades turcas están realizando una investigación en la que se han hallado paredes repintadas y restos de sustancias tóxicas en el interior del consulado.

El periodista se había mostrado especialmente crítico a través de sus artículos con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman.