Pese al contratiempo que ha supuesto el terremoto y a la incertidumbre socioeconómica mundial, Turquía vivirá un buen año turístico, de ello se muestra convencido Yildiray Karaer cofundador y CEO del grupo turco-holandés Corendon Tourism Group.

El país turco prevé cerrar este 2023 con 60 millones de turistas internacionales. Pese a que los fuertes seísmos que azotaron al país provocaron un frenazo en las reservas en febrero, se muestra convencido de que es algo temporal y que las ventas se dispararán de nuevo en abril y mayo.

"Turquía es un destino del que los turistas europeos no quieren prescindir, especialmente los turistas de Alemania, los Países Bajos, Inglaterra y Bélgica", ha declarado a TurizmGünsel. Añade que también emergen nuevos emisores como India, que está destacando especialmente en el segmento de viajes nupciales.

Pero la capacidad de crecimiento es aún mayor. “En un entorno global estable, entre 80 y 100 millones de turistas podrían venir a Turquía cada año”, ha afirmado. Considera que su gran punto fuerte es su ubicación estratégica, entre Europa y Medio Oriente.

 Subraya que el potencial del país no solo se limita a Antalya, sino que tiene otros destinos como Bodrum, Marmaris, Kuşadası, Çeşme o la Capadocia que pueden convertirse en los favoritos de los turistas.