La importante subida de los precios de los alquileres (que ronda entre el 13% y el 36%) así como de la compra de viviendas (que ha subido hasta un 46%) ha provocado que tanto vecinos como académicos y organizaciones ciudadanas de Lisboa escriban una dura carta abierta llamada ‘Vivir en Lisboa’.

En ella, alertan de que la especulación inmobiliaria, los beneficios fiscales para los inversores extranjeros, los alquileres vacaciones y las llamadas empresas de economías colaborativas como Uber o Airbnb están provocando que sea muy difícil habitar en la ciudad. También afirma que con la liberalización del contrato de arrendamiento han aumentado tanto los desahucios como el cierre de muchas actividades culturales y sociales propias de la ciudad, todo ello en aras del crecimiento y turístico.

Es por ello que en la misiva piden una nueva política de vivienda y planificación, una nueva ley de propiedad y unas nuevas políticas fiscales que no priorice a la actividad turística por encima de sus habitantes y que garantice el derecho a una vivienda a todos los habitantes de la ciudad.