La cámara baja del Parlamento de Holanda ha apoyado una moción del Partido de Trabajo para prohibir la venta de vehículos que usen combustibles fósiles a partir de 2025. Ahora solo falta la aprobación del Senado. 

Esta medida también afectaría a los vehículos de bajo consumo y solo dejaría vía libre a los coches eléctricos y a los que se abastecen mediante hidrógeno. 

Esto no ha estado exento de polémica pues en un periodo de nueve años el país tendría que tener una nueva cultura de movilización motorizada. Los países Bajos concentran una de las mayores acumulaciones de carbono de la atmósfera en comparación con otras naciones europeas y las energías renovables solo representan el 5% de su generación energética. Los eléctricos solo conforman un 10% de los automóviles en el país. Sus detractores afirman que la propuesta es inverosímil y que tendría un impacto negativo en la economía del país.