Egipto ha declarado el estado de emergencia para los próximos tres meses tras los dos atentados sucesivos con bombas que han causado al menos 44 muertos y más de un centenar de heridos en la catedral de Alejandría y la iglesia de San Jorge de Tanta, al norte del país, cuando se celebraba la misa del Domingo de Ramos. El Estado Islámico (ISIS) se ha atribuido su autoría y ha amenazado con más atentados.

Por esta razón, el gobierno ha ordenado el despliegue militar para proteger las ‘infraestructuras vitales’ en todo el país, según ha señalado en un comunicado la Presidencia. El estado de emergencia entrará en vigor en un plazo de una semana, una vez haya sido ratificado por el Parlamento. 

Los coptos constituyen un 10% de la población egipcia y son la minoría cristiana más numerosa en Oriente Próximo. Aunque han sido socialmente discriminados durante siglos, este último ataque supone el más grave de la historia contra esta comunidad.

En el atentado de Tanta, situada a 120 kilómetros de El Cairo, perdieron la vida 28 personas y más de 70 resultaron heridas. En Alejandría, por su parte, la onda expansiva de la explosión causó 16 muertos y 40 heridos, según ha comunicado el Ministerio de Sanidad egipcio. 

Este incidente se ha producido tres semanas antes de la visita del papa Francisco a la nación los días 28 y 29 de este mes. El ISIS había amenazado en febrero con volver a atentar contra la comunidad cristiana en Egipto. Ya lo había hecho en diciembre en la catedral copta de San Marcos en El Cairo donde causó 29 muertos.