A partir del próximo mes de noviembre, los residentes de Baleares que deseen viajar en crucero se verán obligados a desplazarse hasta Barcelona para embarcar. Las navieras han decidido eliminar Palma (Mallorca) como puerto de salida para sus itinerarios de invierno, sustituyéndolo por otros destinos del Mediterráneo como Malta o Túnez.
Tal y como informa Última Hora, esta decisión ha generado preocupación en el sector turístico local, especialmente entre las agencias de viajes, para quienes los cruceros son un producto estrella, especialmente demandado en la temporada baja por los residentes que buscan ofertas competitivas con todo incluido.
El presidente de la patronal de agencias de viajes Aviva, Pedro Fiol, sugiere que este cambio de tendencia podría estar relacionado con un creciente "hartazgo" de las consignatarias ante las protestas contra los cruceros y la masificación turística que se han intensificado en Baleares. A esta situación se suma el hecho de que la rentabilidad obtenida en Palma es inferior a la de ciudades como Barcelona, y las limitaciones al número de cruceros que pueden coincidir en el puerto de la capital balear.
La eliminación de Palma como puerto de embarque invernal ha sido tomado por navieras como Costa Cruceros y MSC, que cesarán su actividad en la isla a partir del 5 de noviembre, con una previsión de retomarla en abril de 2027.