El mar gana terreno en el litoral de la ciudad de Barcelona, reduciendo la superficie disponible tanto para los usuarios como para los chiringuitos y restaurantes a pie de sus nueve playas. De hecho, el número de estos establecimientos se ha reducido de 15 a 13 en los últimos cinco años.

Según informa El País, la situación para los que aún se han mantenido abiertos también ha empeorado incluso esta Semana Santa, tras el paso del temporal Nelson, que se llevó consigo entre el 15 y el 30% de la arena de los 5 kilómetros de costa de la ciudad condal.

De hecho, la situación ya ha provocado que algunos de estos establecimientos hayan tenido que retrasar su ubicación y muchos temen perder las importantes inversiones que han realizado en concepto de canon y tasas municipales, que pueden alcanzar hasta los 600.000 euros.

Desde el Ayuntamiento hacen un llamamiento a la calma a los empresarios y explican que han solicitado al Ministerio de Transición Ecológica que rellene las playas, para que estén listas de cara a la temporada de verano. Y es que, no se han producido aportes de nueva grava desde 2010, cuando se vertieron 791.138 metros cúbicos.