En la actualidad, los pulmones urbanos están más valorados que nunca, debido a los niveles de contaminación cada vez más altos. El Bosque de Chapultepec (Ciudad de México) es uno de esos santuarios verdes instalados en una gran urbe, herencia además de la antigua Tenotichtlán, capital del imperio azteca, que ha sido reconocido como el mejor parque urbano de 2019 por la organización World Urban Parks.

Según ha informado El Mundo, este enclave supone un atractivo en sí mismo por sus 678 hectáreas verdes, pero además alberga diferentes museos, un castillo, un lago, un zoológico, una casa embrujada y cientos de leyendas. Se trata, a su vez, de un lugar con historia. Cuenta la leyenda que los aztecas vieron cumplir su profecía en el lago que esconde este bosque, donde encontraron a un águila engullendo una serpiente en lo alto de un nopal, algo que fue interpretado como una señal para fundar la capital de su imperio.

Hoy en día, el bosque es un lugar de encuentro, donde muchos acuden los fines de semana para disfrutar de un pícnic. Allí, además de puestos de tacos, quesadillas, elotes o dulces, se encuentran las leyendas y profecías aztecas. También, un árbol ahuahuete de 500 años de antigüedad, apodado “El Sargento”, protagonista de leyendas.

Otro rincón destacado del bosque es el Audiorama, que cuentan con diferentes bancos donde poder sentarse, así como la caverna de Cincalo, una gruta prehispánica que se llegó a considerar el túnel entre el mundo de los vivos y muertos o la casa de la tía Toña, una mujer anciana del siglo XX, en torno a la que giran historias tenebrosas.

El mejor parque urbano de 2019 también alberga una rica oferta cultural (con siete centros), entre los que figura el museo de Antropología, considerado el más importante de México, que recibe dos millones de curiosos al año. Otro de sus atractivos es un zoológico, un jardín botánico y el Chapulín, donde los aztecas creían que vivían los dioses de la lluvia y que actualmente soporta un castillo del siglo XVIII.

Últimamente, sin embargo, es la residencia oficial de Los Pinos la que atrae la mayoría de miradas. El complejo residencial ha sido el hogar de los presidentes mexicanos hasta 2018, ya que Andrés Manuel López Obrador renunció a él, para convertirlo en un museo abierto al público.