La Organización Trump podría volver a invertir en Cap Cana (República Dominicana), lo que algunos críticos consideran que podría generar un conflicto de intereses para el presidente de Estados Unidos y el país, tal y como informó la cadena de televisión ABC News.

Según la cadena televisiva, la Organización Trump abandonó sus proyectos en República Dominicana hace 10 años, entre los que se encontraba un establecimiento en primera línea de playa, cuando la economía mundial se derrumbó. Ahora, ABC News recoge diferentes indicios que podrían evidenciar el regreso de la marca al país. Por ejemplo, Eric Trump, hijo del presidente, se reunió el 5 de febrero de 2017 con los desarrolladores del proyecto turístico Cap Cana. “Estamos entusiasmados de trabajar con la Organización Trump en las fases futuras del proyecto”, alegaron en un comunicado dichos desarrolladores.

Incluso, la ONG internacional Global Witness, que investiga la corrupción o abusos contra los derechos humanos, inició el mes pasado una investigación para averiguar si la colaboración de la marca Trump en este proyecto era real. Las pesquisas se elaboraron con grabaciones ocultas, que registraron a un agente de ventas en el resort de Cap Cana, asegurando la existencia de un condominio con la marca Trump para un nuevo establecimiento frente al mar.

Por su parte, la Organización Trump calificó el informe de Global Witness de “completamente falso” y remarcó que no tiene ningún acuerdo de desarrollo en marcha. A su vez, aclaró: “En 2007, la empresa firmó un acuerdo de licencia con un promotor local para un proyecto de desarrollo inmobiliario de varios componentes que se construirá a lo largo de varios años. Aunque ha habido algunas discusiones sobre el comienzo de la siguiente fase de desarrollo, de momento no hay planes para ponerlo en marcha”.

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Eric Trum en su visita a República Dominicana, acompañado de Fernando y Ricardo Hazoury principales ejecutivos de Cap Cana

Trump bajo sospecha

Los investigadores de Global Witness consideran que el regreso de la organización a República Dominicana conlleva un conflicto de intereses, tanto para Trump como para el pueblo estadounidense, independientemente del acuerdo de 2007 citado. En este sentido, prima la idea de que, si República Dominicana ayuda a los intereses comerciales del presidente, dicho país esperará que Estados Unidos le devuelva el favor. Trump, por su parte, prometió antes de asumir el cargo de presidente, que sus negocios quedarían en manos de sus hijos y que él permanecería a un lado.  

También, se cree que Trump podría haber violado la cláusula sobre Emolumentos de la Constitución de los Estados Unidos, que prohíbe que el presidente acepte emolumentos en forma de salario, tarifa o cualquier otro tipo de ganancia de su empleo y oficina de un funcionario extranjero. Si bien, República Dominicana, tal y como informa Newsweek, cambió su reglamento sobre la altura de los edificios después de la visita de Eric Trump, por lo que se sospecha que se hizo en beneficio de la organización y su proyecto.