Más de 2.800 detenciones, 265 muertos y más de 1.440 heridos; este es el saldo del golpe de Estado fallido que tuvo lugar durante la tarde-noche de ayer en Turquía. El gobierno otomano ha dado por sofocado el alzamiento que ha fracasado debido a la resistencia de la población que se lanzó a las calles ante el llamamiento del presidente Recep Tayyip Erdogan. Los enfrentamientos en las principales ciudades de Turquía, donde la situación aún es inestable, resultaron en la muerte de 104 presuntos golpistas y 47 civiles. Además, 1.440 personas resultaron heridas. Por su parte, las medidas contra los golpistas no se han hecho esperar, más de 2.800 militares, entre los que se incluyen oficiales de alto rango, han sido detenidos. Además, 2.745 jueces han sido destituidos este sábado en todo el país por la Junta Superior de Jueces y Fiscales y se han emitido órdenes de detención contra nueve jueces del Tribunal Supremo. El Gobierno ha llamado a sus seguidores a que continúen en la calle para evitar nuevas intentonas golpistas, por lo que se pueden producir nuevas reyertas