Wingly, una startup de origen francés, ha llevado el modelo de negocio de BlaBlaCar a la aviación. Según informa El País, la idea la tuvo Emeric de Waziers, quien propuso crear una solución para “contratar trayectos cortos con la comodidad de los vuelos privados, sin ser tratados como ganado, pero sin desembolsar miles de euros por viaje”.

Esta plataforma online convierte los vuelos privados en algo accesible para todo el mundo, mediante la conexión de pilotos y pasajeros que comparten los gastos del viaje. Las aeronaves tienen capacidad para entre dos y seis ocupantes y cuentan con la aprobación de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA).

Los pasajeros pueden escoger entre las propuestas publicadas por los pilotos privados, segmentadas en viajes sólo de ida, excursiones de ida y vuelta, y experiencias consistentes en sobrevolar un determinado lugar. Si alguien desea ver Madrid u otra ciudad española desde el aire durante una hora, tendrá que pagar 67€. Un vuelo de ida y vuelta Barcelona-San Sebastián cuesta 261€ por persona.

De momento, según datos de la propia compañía, en la plataforma ya hay registrados 10.000 pilotos y 150.000 usuarios, pero los planes prevén incrementar esas cifras a medida que se posicionen en nuevos países.