Mi nombre es Ana Fernández y el año pasado tuve la oportunidad de disfrutar de una estancia Erasmus en la Universidad de Wroclaw (Polonia). Esta experiencia no solo me hizo conocer una nueva cultura y personas maravillosas que se convirtieron en mi familia lejos de casa, sino que también me permitió viajar por toda Europa, Grecia, Italia, Noruega… Pero en especial me gustaría hablaros de mi viaje a Ucrania.
He de confesar que visitar Ucrania no estaba dentro de mis planes, lo poco que conocía del país era el accidente de Chernóbil y en mi cabeza me imaginaba Kiev como una ciudad vieja y triste. No podía haber estado más equivocada.
Comenzamos nuestra visita en la ciudad de Kiev, capital del país, a pesar de mis prejuicios, nada fue como lo imaginaba, la arquitectura, los edificios, las iglesias… Todo era impresionante y totalmente distinto a lo que había conocido hasta ese momento. El Monasterio de San Miguel con sus cúpulas doradas, la catedral de Santa Sofía, el Monasterio de las Cuevas donde es imprescindible bajar a las catacumbas, la catedral de San Vladimir donde podréis asistir a una misa ortodoxa, experiencia que recomiendo totalmente. La majestuosidad de estos edificios contrasta con la sobriedad de arquitectura comunista, muy presente en la ciudad. Y es que Kiev es eso, una ciudad de contrastes, una mezcla entre modernidad y tradición.
Ana Fernández - Kiev (Ucrania), una ciudad de contrastes
No pudimos perder la oportunidad en nuestro viaje de visitar Chernóbil y por ello contratamos una visita guiada desde la ciudad. Las sensaciones que transmiten las ruinas de lo que antaño fue una gran ciudad son difíciles de describir, desolación es la palabra que utilizaría. Un guía te acompaña en todo momento explicándote la historia de lo que allí ocurrió, una vez que estas allí comprendes de verdad la magnitud del desastre y las enormes consecuencias que tuvo, especialmente para Ucrania.
Ana Fernández - Kiev (Ucrania), una ciudad de contrastes
Terminamos nuestro viaje despidiéndonos de Kiev con mucha tristeza de decir adiós a un país que nos sorprendió enormemente con su historia, su arquitectura y sus gentes. Aunque no esté dentro de tus planes nunca desperdicies la oportunidad de conocer nuevos lugares, nunca sabes cuál te va a enamorar."
