Continúa la batalla en la aviación colombiana. Después de que la aerolínea Viva Air haya cesado operaciones, el Gobierno de Colombia, a través del Ministerio de Transporte, ha denunciado a la compañía. Los motivos eludidos por el Ejecutivo han sido los daños y perjuicios causados a los pasajeros.

Concretamente, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, ha presentado personalmente la denuncia penal por la “presunta comisión de los delitos de estafa agravada y ofrecimiento engañoso de productos y servicios”.

Desde el Ministerio también basan la demanda en los siguientes “hechos probados”: La aerolínea había recaudado un total de 272.000 millones de pesos en billetes vendidos, así como en pagos por parte de las diferentes agencias de viaje; la compañía mantuvo sus canales de venta abiertos hasta unas horas antes del cese de operaciones “evidenciando dolo”; Viva mantuvo a los pasajeros en vilo, generándoles expectativas sobre sus vuelos que la aerolínea sabía que no podían materializarse; y, por último, que en el momento en el que se presentó la denuncia, la aerolínea no había realizado reembolso alguno a los pasajeros afectados.
 


En un comunicado emitido por el Ministerio de Transporte, la institución ha explicado que la decisión del cese de operaciones afectó a miles de colombianos. Asimismo, ha acusado a Viva de que el principal motivo que llevó a la aerolínea a cesar su actividad fue ejercer presión “indebida” a las autoridades con el objetivo de acelerar la decisión respecto a su fusión con Avianca.