La crisis del transporte de mercancías, el desabastecimiento de materias primas y el encarecimiento de los suministros conforman una tormenta perfecta que ha venido a desestabilizar al sector turístico cuando ya se estaba hablando de la recuperación tras la pandemia. “Nadie estaba preparado para esta situación”, asegura Enric Almiñana, director corporativo de Compras de abba Hotels, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Abba Hotels es una cadena de hoteles urbanos española fundada en el año 2000. Actualmente cuentan con 22 hoteles ubicados en las principales capitales españolas y también en Andorra, Berlín y, desde 2021, en Chile.

Y es que los hoteles urbanos también se están viendo afectados por esta situación y se están enfrentando a problemas de aprovisionamiento o retraso en muchos de sus pedidos, sobre todo en lo relativo al equipamiento y la electrónica procedente de China. Sin embargo, Enric Almiñana señala que, a pesar del impacto energético “en torno al 200% y el 400%” y las altas tasas de inflación, se trata de un sobrecoste “asumible” y reconoce que hay sectores que lo están pasando peor.
 

Abba Berlin Hotel | Foto: Abba Hotels

Abba Berlin Hotel | Foto: abba Hotels

Pregunta (P): ¿Qué es abba Hotels?

Respuesta (R): Abba Hoteles es una compañía de hoteles urbanos que nació en el año 2000. Nos hemos centrado básicamente en hoteles de negocios, para eventos y empresarios. Nuestras oficinas corporativas están en Barcelona, pero nos hemos expandido por las principales capitales de provincia de la Península y también hemos desarrollado negocio a nivel internacional. Estuvimos presentes en Francia e Inglaterra y ahora tenemos hoteles en España, Alemania y recientemente hemos abierto uno en Chile. En cuanto al nombre, no tiene nada que ver con el grupo musical. Cuando nació la compañía, no existía Google ni el posicionamiento en los buscadores, sino que la búsqueda de los hoteles era por orden alfabético. Entonces, evidentemente las primeras letras eran la “A” y la “B”, por lo que cerramos el círculo con la “B” y la “A”: abba.

P: ¿Cómo les está afectando la crisis del transporte en el suministro de sus hoteles?

R: Pues llevamos dos años de montaña rusa. Primero, con todo lo que ha sido el Covid y su impacto y, como consecuencia, los muchísimos problemas de aprovisionamiento que ha ocasionado, especialmente en equipamientos con origen China. Primero fueron los retrasos en la producción, pero es que luego se sumó este desajuste en la cadena de suministro con el tema de los contenedores, con lo cual, los plazos de entrega se fueron dilatando y, además encareciendo. De hecho, nosotros abrimos un hotel en octubre de 2021 en Sevilla, el hotel abba Sevilla, y tuvimos que tomar algunas decisiones respecto al cambios de equipamientos porque no llegaban en plazo. Nosotros afortunadamente tuvimos margen para rectificar, pero quien hizo los deberes tardes, seguramente tuvo más de un problema.
 

Habitación del Abba Sevilla Hotel | Foto: abba Hotels

Habitación del Abba Sevilla Hotel | Foto: abba Hotels

P: En los hoteles de ciudad, ¿cuáles son los productos para los que más se depende de China?

R: Básicamente todo lo que es equipamiento y electrónica, fundamentalmente los productos con chip, como las tarjetas para las habitaciones. Ahí es donde hemos sufrido más retrasos y hemos tenido algún problema de aprovisionamiento. En producción y logística, también se ha producido un encarecimiento y el tema de la inflación es generalista.

P: ¿Qué les está afectando más, el encarecimiento de los suministros o el tema energético?

R: Bueno, el impacto energético ha sido muy duro, en torno al 200% y el 400%. El año pasado terminó con una inflación del IPC del 6,5% y en ciertas materias primas, no pocas, la inflación llegaba a los dos dígitos. Pero en el tema energético, se ha disparado hasta los tres dígitos. Nosotros hemos tenido suerte porque estábamos sujeto a un contrato eléctrico muy ventajoso, pero el mercado indexado ha alcanzado máximos históricos de hasta un 3.400%. Cuando manejas estas cifras y luego hablas de un 20% de inflación, te parece poco, pero realmente es otra gran barbaridad. En otras materias primas que no sean la energía, los dígitos son más pequeños, aunque no por ello poco importantes.

Enric Almiñana

Enric Almiñana

 

"El kilómetro cero podría ser una solución a corto plazo, pero su tejido productivo no da para cubrir las necesidades globales"


P: Es como una tormenta perfecta. ¿Cómo se prepara una hotelera para una situación como esta?

R: Todas las compañías tenemos lo que llamamos planes de riesgo, que son aquellos planes en los que tú intentas prever qué cosas te pueden suceder, qué cosas van a tener un impacto en tu empresa y cómo tienes que intentar resolverlo. Pero te puedo asegurar que los planes de riesgo de cualquier compañía han ido por los suelos porque nadie estaba preparado para esta tormenta tan perfecta: en 2020 y 2021, pandemia por Covid; a finales de 2021 y principios de 2022, la inflación, el tremendo incremento de la energía y la guerra entre Rusia y Ucrania, que evidentemente ha añadido mucha leña al fuego ya existente… Nadie estaba preparado. Pero también te digo que el sector hotelero, bajo mi punto de vista, es un sector que ha tenido un impacto relativamente bajo. Tengo bastantes colegas que son directores de compras de otros sectores y lo están pasando realmente mal porque no pueden abastecerse de materias primas y tienen las fábricas paradas. Eso sí es grave. Nosotros hemos tenido retrasos en entregas e inflación y eso evidentemente es un gran problema, pero el impacto ha sido relativamente bajo, al menos asumible. Tenemos plan B y plan C. Hay otros sectores que no los tienen porque no pueden aplicarlos. Así que esto es como ver el vaso medio lleno o medio vacío; en el sector hotelero intentamos verlo medio lleno.

 

 

P: ¿Cree que es un momento donde el producto de kilómetro cero puede destacar como una de las soluciones?

R: El kilómetro cero es una solución para eliminar la interdependencia geográfica y es una gran reflexión que tenemos que hacer todos, no solo por el tema de la sostenibilidad. Pero, si hay un incremento de encarecimiento global y de falta de producto, eso también va a afectar al kilómetro cero y al kilómetro mil. Además, en zonas como Canarias o Baleares, que son islas, donde probablemente exista más riesgo de dependencia en la logística marítima o aérea, el kilómetro cero no es una solución. Podría ser una solución a corto plazo, pero, a grandes rasgos, es más una situación de sostenibilidad que de otra cosa. El tejido productivo del kilómetro cero no da para cubrir las necesidades globales. Por otra parte, siempre explico que el kilómetro cero no significa que el proveedor esté muy cerca, sino que tiene que ser el producto el que está producido en un radio relativamente corto. No vale que el proveedor esté al lado de tu hotel, si el producto viene de Asia.