Una turista británica, Gemma Wilson, de 35 años, tuvo que escapar a toda prisa junto a su hijastro de 15 años, tras quejarse del precio de una taza de té negro en un establecimiento en el monte de Nepal. 

La viajera ha explicado que suelen cobrarle unas 50 rupias por una taza en cualquier sitio, pero que en esa ocasión intentaron cobrarle 150 (2 euros). La extranjera no pudo evitar trasladarle a la propietaria que "era muy caro". 

Después de esto, los dos turistas salieron de la tienda y se pararon a sacar una foto del letrero colocado fuera. Fue entonces cuando la señora comenzó a correr tras ellos con dos tablones de madera. En un momento de la persecución la nepalí le gritó: "Ustedes los ingleses son ricos. ¿Por qué regatean? 

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Nepal cuenta con uno de los mayores índices de pobreza del mundo y sus ciudadanos sobreviven con poco más de un euro al día. Seguro que la visitante podía permitirse el 'escandaloso' desembolso de dos euros por la bebida.