Ya lo adelantaba recientemente Rafael Gallego, presidente de la CEAV, para Tourinews: el próximo boom de la aviación vendrá de China: "No nos olvidemos de que las aerolíneas chinas están empezando a gestionar sus hubs en diferentes aeropuertos chinos con precios más interesantes que las del Golfo. Hace unas semanas se firmó un acuerdo para que cualquier compañía china pueda volar a cualquier aeropuerto de España y viceversa. Esto va a suponer que el nuevo boom de compañías aéreas va a venir de China. Ya son las que más peticiones de avión están haciendo y están haciendo competencia a los hubs de Doha y Dubái."

Y los datos le avalan, ya que si se cumplen los pronósticos en los próximos cinco años será el mayor mercado mundial del sector.

No obstante, según recoge el medio ‘Skift’, este crecimiento está propiciado por los subsidios de los gobiernos locales que quieren incrementar el número de conexiones desde la China continental. Más allá de las grandes ciudades como Pekín, Shanghái y Guangzhou, las autoridades quieren potenciar los vuelos de larga distancia conectando con Nueva York o París.

Estos pagos están destinados tanto a aerolíneas estatales como a extranjeras y, según un estudio de Civil Aviation Data Analysis, en 2016 alcanzaron los 1.300 millones de dólares. 

Estas ayudas, además de potenciar la expansión global de las aerolíneas chinas, también ayuda a descongestionar los dos grandes aeropuertos del país, donde las tres grandes compañías estatales (Air China, China Eastern y China Southern) han agotado la cuota de servicios director a destinos internacionales.

No obstante, algunas compañías han criticado esta política por considerarla “insostenible”. Y es que pese a los incentivos, estas rutas terminan siendo poco beneficiosas por la baja demanda. Así British Airways ha cancelado recientemente su conexión entre Londres y Chengdu, y United ha hecho lo propio con las rutas entre San Francisco y Xi’an.