Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) vienen a confirmar lo que ya se suponía: el crecimiento turístico de 2018 se ha frenado con respecto al pasado año. Ante esta perspectiva, la recientemente nombrada como ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, cree que hay muchas “cosas que hacer” para mejorar la calidad y la competitividad del destino.

Durante un encuentro con representantes hoteleros organizado por Editorial Prensa Ibérica y celebrado ayer en Las Palmas de Gran Canaria, la responsable de la cartera de Turismo se congratuló de que en 2017 España se convirtió en el segundo país del mundo en lo que se refiere a gasto turístico y a número de turistas internacionales recibidos. También reseñó que “sigue creciendo de forma moderada en 2018”, un año para el que se siguen teniendo “buenas perspectivas” ya que el gasto ha aumentado un 3%. “No debe importar el número sino el gasto”, sentenció Maroto.

Manifestó que “España es una potencia turística” y que “debemos felicitarnos por ello y presumir de nuestra fortaleza”, aunque admite que se está produciendo una “ralentización en el crecimiento de algunos indicadores”. Destacó el “trabajo bien hecho” y aseveró que van a trabajar para potenciar el turismo aún más: “Vamos a cuidar y potenciar el turismo de manera decidida”.

Los deberes de la competitividad

La ministra de Turismo insiste en que pese a que España es el país más competitivo del mundo según el Índice del Foro Económico Mundial, hay aspectos en los que se puede mejorar.

En la lista de deberes de Maroto se incluyen:

  • La competitividad por precio (en el que España ocupa el puesto 98 de 136).
  • El entorno empresarial y regulatorio (puesto 75).
  • Los recursos humanos y mercado laboral (posición 34).

Para lograrlo, el Ministerio de Turismo está trabajando en un Plan Estratégico para impulsar la diversificación, la desestacionalización, la innovación, la accesibilidad, la revalorización de la oferta y la mejora de la competitividad.

Entre las medidas concretas que menciona para lograr el objetivo se encuentra la creación de una Red de Destinos Inteligentes, con tal de facilitar el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre destinos innovadores.

También explica que otra de las claves es garantizar la competitividad de la oferta a través de la calidad y la diversificación de productos y destinos. Aseveró que hay que cambiar la concepción del producto y que se deben vender los “destinos como la suma de muchos productos como el ‘sol y playa’, la gastronomía y la cultura”.

A su vez, apuntó hacia la creación de nueva oferta turística. Para ello, utilizó de ejemplo las actividades de avistamiento de cetáceos que son el segundo producto más demandado por los turistas que visitan las Islas Canarias mientras que actualmente España no está promocionando dicho producto.

Asimismo, apuesta por reforzar la posición de liderazgo de España en los mercados europeos y de explorar otros mercados que están creciendo mucho como Estados Unidos y Asia-Pacífico.

Retos de futuro

La ministra de Turismo también hizo referencia a uno de los principales retos que más inquietan al sector: el Brexit. Maroto enunció que existe “la posibilidad de que se produzca sin haber alcanzado un acuerdo”. Asimismo, incide en que la industria turística española “sufrirá un impacto”, teniendo en cuenta que se trata del principal mercado emisor de turistas (un 23% del total).

“Todos deseamos que no ocurra, pero, en su caso, trabajaremos para estar preparados y minimizar su impacto”, sostiene Reyes Maroto, que aclara que el mayor impacto se sentirá en la reducción de flujos turísticos y en la conectividad aérea.

Explicó que actualmente España ha trasladado a la Comisión Europea su posición con respecto al acuerdo y añadió que la situación actual es de “cierta tranquilidad” gracias al cambio de interlocutor por parte del Reino Unido. A su vez, ha aclarado que ya se está trabajando con empresas para que no se reduzca la conectividad.

En definitiva ha aclarado que se va a hacer todo lo posible con tal de no perder a “unos amigos importantes” como son los británicos.

“Abuso de la temporalidad”

También se refirió a la situación laboral general del sector ya que cree que tras cuatro años creciendo es hora de “mejorar la calidad del empleo”. También ha  comentado que se están realizando planes de choque, junto con Inspección de Trabajo, para analizar las “distorsiones” como “el abuso de la temporalidad”, es decir, “contratos temporales que cubren puestos estructurales”. Así, la administración ha desplazado el foco  de las contrataciones en negro para centrarse en los incumplimientos de contrato.

Insuficiente formación

También insistió en que existe una “laguna importante” en la profesionalización del sector “en toda la cadena de valor”. Cree que es un mal que afecta tanto a la persona que recibe por primera vez al turista como a los gestores hoteleros. Entre las carencias a las que se refiere se encuentran los idiomas y las capacidades. Para mejorar en tales aspectos considera de importancia que el sector tenga escuelas profesionales “Tenemos cosas que hacer”, concluye.

En lo que sí que no hay nada que hacer es en lo que respecta a la creación de una tasa turística nacional: “Nosotros en la hoja de ruta del gobierno no tenemos la tasa turística”.

Alquiler vacacional

La ministra recomendó a los hoteleros seguir trabajando en la actualización de de los establecimientos mediante la renovación de infraestructuras y equipamientos.

Pero el alquiler vacacional centró parte de su discurso, refiriéndose a él como el “principal modelo de alojamiento disruptivo” del que no se tiene toda la información. Para avanzar propone la creación de un registro único para entender el fenómeno, conocer cuántas viviendas vacacionales hay actualmente y saber cómo garantizar si la experiencia es buena. Se trataría de un “catálogo único de registro de Viviendas de Uso turístico inscritas ante las autoridades autonómicas competentes”.

También adelantó que se está estudiando la posibilidad de modificar la Ley de Arrendamientos Urbanos y la Ley de Propiedad Horizontal con el fin de regular de una forma más concreta este fenómeno. En todo caso, ha aclarado que “ambos modelos van a coexistir” y que su Ministerio tendrá “garantizar que exista una competencia leal entre todos”.