Según ha publicado el Diario de Mallorca, el Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional ha pedido la colaboración de la inglesa Scotland Yard para que rastree a las empresas y bufetes británicos especializados en reclamaciones de consumo que estarían detrás de la demandas falsas por intoxicaciones a hoteles. A nivel nacional el fraude alcanzaría los 60 millones de euros.

En la causa principal están imputadas siete personas, entre ellas una empresaria afincada en Calvià, Laura Cameron. 

La Guardia Civil llevó a cabo a principios de septiembre la operación Claims, por la que detuvieron a siete personas, entre ellas a la imputada Cameron y a su madre. Sin embargo, estos aún no han sido citados por el juzgado. 

Los llamados ‘tiqueteros’ habrían captado a turistas bajo el reclamo de que sus vacaciones podrían salirles gratis si demandaban al hotel por intoxicación. La justicia británica solo pedía los tickets de compra de medicamentos antidiarreico como prueba.

Los despachos de abogados obtenían un beneficio del 60%, mientras que el 40% les correspondía a los turistas, según ha explicado la Policia Nacional. 

La cadena Club Mac de Alcúdia, una de las denunciantes, ha señalado que las pérdidas por estas prácticas ascendieron el año pasado hasta los 4,2 millones de euros.